Epílogo

Anoche tuve un sueño. Atravesábamos una gran plaza donde había grupos de ciegos escuchando los discursos de otros ciegos. A primera vista ni unos ni otros parecían ciegos. Los que hablaban giraban la cara gesticulante hacia los que oían, los que oían dirigían la cara atenta hacia los que hablaban. Se proclamaba allí el fin del mundo, la visión del séptimo día, la colisión cósmica, la savia de la mandrágora, la virtud del signo, el perfume de la luna, la pureza de la linfa, el poder del conjuro, la crucifixión de la rosa, la sangre del gato negro, el tatuaje divino, la propiedad privada, el librecambio, el mercado, la bolsa, los réditos, la distribución, el consumo, la comunicación, las loterías, el código civil, el listín de teléfonos, las redes de prostitución, los cementerios, los tráficos ilícitos permitidos, la investigación farmacéutica, el juego, la justicia, los créditos, las elecciones, los parlamentos, el pensamiento convexo, el cóncavo, el plano el vertical, el inclinado, el huido, la ablación de las cuerdas vocales, la muerte de la palabra. ¿En esta plaza se habla de organización?